domingo, abril 25, 2010

Sacarte

Mis mares hoy rondan lo absurdo
de aguas saladas a desembocaduras dulces

es como un sueño que tuve

-no eras tú quien demostraba
que los besos podían ser azucarados-

no eras tú quien me besaba sobre esa silla
al servicio de quienes me humillan.

No eras tú.
Y aún así te lo estoy diciendo.

Tengo esta triste escena enfrentándome
y aún así pensé que la escenografía
pudo ser una composición de besos
de tu boca y la mía.

No apareces, ni en el mar
ni en los ríos y arroyitos que a mí llegan.

No apareces en mi funeral
o cuando necesito tu abrazo,
cuando agónico te he hablado
y patético me arrepiento.

Me gustaría no pensar más en ti.
¿te necesito?
jamás necesité de alguien.
Ándate por favor,
antes de que mi cordialidad se destiña
y sólo veas el papeltapiz primitivo de mi comportamiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario