sábado, abril 17, 2010

Cuando yo esté muerto

el día en que quise morir no hubo quien me lo negara
el día en que estaba muriendo nadie me enseñó la cura
el día en que morí algunos me recordaron
pasaron aquellos días de duelo y pronto me hice nada
el día en que quise morir pudo haber un negativo, pero nunca dijo: ¡nunca!
el día en que estaba muriendo pudo haber un profesor, pero nadie dijo: -póngase de pie-
el día en que morí estaban tristes mis amigos
pasaron esos días y aparecieron las sonrisas que nunca mostraron
cuando quise morir, cuando estaba muriendo y cuando morí.
Qué amigos más bellos tengo,
ahora que sé que sólo sonreirán cuando yo esté muerto.

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