lunes, marzo 08, 2010

No más

No pude soportar
palabras de alas marchitas;
colibríes verbales de vuelo muerto
y heridas de calibre hipérbole.

A mi alféizar aún le ataca el viento
que arrastra inocuo tu recuerdo
(guardo aún las huellas de tus dedos de ave
y las maderas se hunden con el recuerdo de tu tarso Eva).

Prometo no hablar más de este amor,
aunque en mi retina aún esté tu figura,
tu plumaje, en mis labios tu sabor,
tus fragancias en mi nariz y en mi tacto tu ropaje.

Espero con sinceridad,
anhelo, no ser lo que algún día zapateó en tu cabeza.
Y si es así en mi azotea la atmósfera pesa,
sabiendo que no supe explicarme a la mujer que quise.

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