sábado, marzo 20, 2010

sin título


Aún quedan colores
en tus pinceles de cadáver
para pintar un mundo de olores vivos
sobre las marchitas rosas lilas.

Óleos y acuarelas
de tu pincel sin vida,
pintan por las noches sobre la desnudez de mis telas,
provocando al mundo cuestionador de mis romances.

(algo me tempera.
Tu atmósfera me presiona hacia una nueva era)

Deditos de joven rebelde,
pintan sobre la seca África
aquellos campos de cereales:
de trigo y avena.

Alimento de esperanza,
a mis pasados de la buenanueva,
porque hay quienes mueren como tú,
a falta de algo.
Y se extinguen de a poco,
o se consumen como drogas.
No hay momento que perder,
salvemos a quienes caen hasta que llegue nuestra hora.

Violeta y naranjo,
para pintar arcoiris sobre nuestros rostros,
comparten generosas las auroras boreales.

-Pequeñísimos espasmos eléctricos
expulsan sobre mis manos los ángeles abisales-

Amarillo iluso,
pinto con el oro que no tengo tu boceto.
El sol se puso
sobre la Europa que extrañabas.

Me mojan verdes manzanas:
de exquisitas licenciosas,
regando de jugo mi suelo latino.
Y de blanco pinto sobre mi cara la tuya:
perfecta.
-Abstracto me resulta todo-
y todo lo acompaño de tu canto.

Sol de Atacama,
Naranjo desierto de luz de alicanto.
Sol patagón,
iluso sueña de los paisajes nuestra protección.

En mi muralla cuelgan tus pecas
y la piel porcelana blanca
suave cual pluma de ganso.
Así pegadito a mi tacto
miro y miro y no me canso.
Es que los colores de tus penas
dibujan mi vida,
y tus llantos, a veces,
escriben mis actos.

Octubre, 2009

(Y al principio de todo una foto de esa fecha, con una de las personas más importantes de toda mi vida. Quizás alguna estrofa es para ella, quizás no, pero muchas de mis sonrisas le pertenecen)

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