sábado, mayo 15, 2010

Querer


No sé, por alguna extraña razón
o fuerza desconocida
he tenido sobre mis venas mil cuchillas
amenazantes.
Pero las venas bien resisten los embates
o al menos yo, el que porta azules verdes
llenas de sangre, las defiende.
Alguien dijo que el hombre podía ser de flema,
de bilis o de sangre. Yo soy de sangre
que corre a oxigenarme.
No dejaré que nada me mate:
no moriré, lo prometo aunque lo escrito me lo impida.
Y sé bien qué sostiene mis cimientos,
y vulnera a la araña que hosca quita vida,
y al perro que sin ladrar desea ponerme en coma.
Soy más fuerte de lo que parezco.
Quiero vivir por orgullo
y de orgullos personales.
Nadie me ayudará en el trayecto
y sin importar lo digo.
Serán muchos los criminales
y pocos los jueces,
pero cuando hay dos culpables
la justicia ya sabe quién recibirá la condena.

Tengo algo hermoso,
gratificante,
sin vanidades. Tan vivificante.
Cuando éste algo, a la voluntad le da la mano,
pueden hacer juntos el amor
de manera que plasman mi placer
sobre lo que más me gusta hacer.
Tengo algo que me hace vibrar,
algo que dice: aún quedan muchas cosas por hacer.
Es un tesoro,
y bien guardado lo tengo.

Voluntad es querer.
Y el querer me ha llevado a no querer morir más.
Digamos que no sonrío siempre,
pero desde hoy me lanzo a conquistar la felicidad.
Pueden descabezarse los idiotas a mis costados,
porque a la felicidad le he hecho una cama bien amplia
para acostarme con ella.

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